Bulos en redes sociales: cómo combatirlos

#prayforPortugal. Con este hashtag dos usuarios de twitter lanzaron la noticia falsa de un golpe de estado en el país vecino. Un tal @MikelNhao escribía  «Estoy boquiabierto con lo que está pasando en Portugal. La violencia nunca puede ser el camino. Espero que se retome la cordura», encendiendo  la mecha que, enseguida, twitteros inocentes comenzaron a seguir. Los farsantes incluso falsificaron la cabecera de El País para dar mayor verosimilitud a su bulo (el diario ha anunciado que ha trasladado a su departamento jurídico los hechos para emprender acciones y el Defensor del Lector dedicó una columna a este asunto). Para más información, @silviacobo explica muy bien en su blog cómo se produjo toda la secuencia de hechos.

¿Un hecho aislado? Ni mucho menos… un ejemplo más: en la jornada de huelga general el actor Willy Toledo se convirtió en protagonista involuntario en las redes sociales al ser víctima de la ira de muchos usuarios, indignados porque había sido detenido después de destrozar un bar encabezando un piquete. Las noticias sobre la supuesta detención del actor se colocaron en los primeros puestos de los temas del momento en Twitter. Sin embargo, la policía negó que hubiera sido detenido y el propio actor lo desmintió (sin que le hicieran mucho caso, por cierto).

¿Y qué pasa cuando los bulos son referidos al mundo sanitario? ¿Si una noticia falsa informa de la condena a un médico por supuesta mala práxis? ¿Hallazgos médicos que nunca lo fueron? No hace falta ir mucho más allá para darnos cuenta del daño que pueden hacer estos bulos, y máxime si afectan a la reputación de un profesional.

¿Qué podemos hacer para defendernos si nuestra marca, institución o reputación es puesta en entredicho por bulos difundidos en las redes sociales? Es muy importante disponer de una estrategia previa para responder ante este tipo de situaciones. Estrategia que debe haber sido  diseñada por una agencia de comunicación especializada y que constará de unos pasos a seguir ante las posibles eventualidades y consecuencias de los bulos: cómo actuar, cuándo y quiénes. Dichas agencias de comunicación están compuestas por profesionales formados que son quienes han de guiar y orientar a la persona o instituciones afectadas. Y, dentro de la estructura de dicha agencia, han de contar con un Community Manager que es quien habrá avisado previamente de la existencia del bulo y su difusión y participará de forma muy activa en el diseño y puesta en marcha de la estrategia.

De este modo, contando con profesionales de la comunicación on line que han diseñado antes un plan de crisis ante estas situaciones, será posible minimizar sus consecuencias sobre la reputación de profesionales e instituciones.

RAM

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Publicado el 9 abril, 2012 en Comunicación en Salud 2.0, Comunicación y Periodismo, Redes sociales y etiquetado en , , , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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